domingo, 20 de enero de 2008

Destino circular

No recuerdo donde leí que lo peor que te puede pasar es terminar pareciéndote a quien odias. Tal vez no lo leí; tal vez lo llegué a comprender al verme al espejo y descubrir que últimamente he estado haciendo todo aquello que más de una vez odié: mentir, evadir, ilusionar, aparentar, simular, procrastinar, o en su defecto mostrarme inestable, desconfiada, cobarde, indiferente... uff! la lista es interminable pero no quiero parecer masoquista.
La idea de que esto suceda me aterra. Parece que uno no siempre será el bueno de la película, a veces toca ser el antagonista y contribuir al crecimiento de esa cadena de estupidez que algún insensato comienza pero que uno finalmente continúa. Entonces dime tu varón, quien es más necio, ¿quien la inicia o quien la continúa?

Creo que a estas alturas del partido ya entendiste la ecuación verdad: A miente a B, quién a su vez miente a C. Este último en vez de quedarse tranquilo miente a una despistada D. D puede mentirse a si misma o en su defecto buscarse un E para continuar infinitamente con la maldita cadena.
Yo no quiero eso para mí, ni para los que me rodean. Por lo menos no para los que no lo merecen. Yo quiero ser sabia y lo quiero ser ya. Nada de esperar a ser abuela y tener nietas a quien aconsejar. Díganme para que me servirá entonces, si el cuerpo sólo me dará para comer papillas y querer dormir. Dónde compro la receta, dónde las pastillas. Por favor, no me vengas con que me servirá para la otra vida porque uno está aquí y ahora, sin garantías de nada, menos de una chance más. Así que más vale ahora que nunca.
Ser consciente a veces me agobia. Feliz el ignorante que anda por la vida metiendo la pata por todos lados sin saber qué es la culpa (¿será una hembrita rica?), qué el equilibrio (¿será un bar del centro de Lima?). Jode darte cuenta que giras alrededor de tu cola y que en cualquier momento la morderás. Angustia ser consciente y no saber como salir del círculo vicioso para generar un cambio. Ser drásticos, honestos, sinceros parece ser el antídoto.
Hace varios años atrás vi en el cine Julieta, Corre Lola Corre. Desde entonces el argumento de esta película me resultó inquietante. El día se repite tantas veces sea necesario para acabar como debe. Como Lola quiere. Ni más, ni menos. Me pregunto entonces si yo podré hacer lo mismo. Romper el círculo vicioso, dejar de aceptar invitaciones que debo rechazar, evitar pasar horas con personas que no me interesan en absoluto, comprender que debo dejar de llamar a amigos que en realidad no quieren ser sólo amigos. ¿Ustedes creen que seré capaz de dejar de ser tan jodidamente amable, generosa y complaciente? ¿Acaso mi corazón de buena samaritana por fin se cansará de prestarse para hacer de tiro al blanco con él?. Descúbralo en el próximo capítulo de su telenovela, a la misma hora y por el mismo canal. Cambio y fuera.

Soundtrack del Post: Bizarre love triangle, New order
“I do admit to myself, that if I hurt someone else, then I'll never see just what we're meant to be”



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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre el amor, el verdadero:

"El amor es paciente, servicial y sin envidia. No quiere aparentar ni se hace el importante.
No actúa con bajeza, ni busca su propio interés. El amor no se deja llevar por la ira, sino que olvida las ofensas y perdona.
Nunca se alegra de algo injusto y siempre le agrada la verdad.
El amor disculpa todo; todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta"

Anónimo dijo...

http://www.videos.es/reproductor/cisaro-(VFsA032gaZI